13 de mayo de 2011

si supieras

Si supieras tu  del erotismo dios,
que hay en hacer pan,
Tu mismo
Si creaste al hombre en simulación
 con harinas de la tierra
En un éxtasis con ella,
  la creación de lo divino
Alimento  de imagen y semejanza tuya
Si sabes, yo lo sé,  que el tocar los húmedos fluidos
 en que se conjugan esas tierras de alimento
Esa chispa de vida que la hace crecer, entibia,
 y puedes sentirla viva
Moldeándola con tus manos
creadoras, de su tersa piel de semillas y  de agua,
de leche y miel,
 de masaje violento sobre su espalda  clara,
sobre sus muslos suaves
 en los que tus manos corren
 hasta dejarla exhausta  cálida y flexible
creciendo en forma hasta convertirse
en millones de explosiones microscópicas
que se expanden al calor  de la pasión, que es fuego,
si supieras tu que ese fuego, de incontrolable sustancia
tiene  el terrible poder de destruirlo todo
regresándolo a su origen de cenizas,
de tierra  para la vida nueva,
ese mismo fuego
en virtud del ritmo musical de ondas sonoras
se controla para darle vida eterna  también
a esa mezcla  que lleva en su interior porosidades
inyectadas  por manos creadoras que respiran libertad
y lo hacen crecer tanto, hasta hacerse alimento
el más sagrado de los  puestos rituales
donde el sacrificio se une con la eternidad
donde se deja de ser para ser todo cuanto se nutre de él,
la tierra alimento, el sol alimento, la humedad alimento,
 el pan alimento, donde ese trabajo de amor reposado
cálidamente cuidado , se convierte en alimento
se convierte en ti y en mi y en todo cuanto somos
si supieras que las manos que conocen el punto exacto
en que esas piezas de vida están perfectamente listas
inmaculadamente logradas, dispuestas para entrar al fuego
si supieras de esos ojos que miran
como el fuego hace crecer
esas semillas destrozadas 
hechas polvo y pisoteadas por la lluvia
 recogidas y guardadas por las manos de un amante de la vida,
si supieras, que esos oídos
 reconocen  la corteza  formada por el fuego y el tiempo,
conocen también el cálido y suave interior
de sus entrañas  nutritivas.
 Si supieras, solo si supieras que ese cálido trabajo
De amante fue tuyo,
No pasarías más hambre,
serías todo cuanto amas ser
Tus manos no se cansarían de saciar la vida
a quien das vida.